Cuerpo Deplorable

Desgreñado el cabello.
Hinchada la cara.
Dormida la mirada.

¿Son esas las picadas de algún animal?
Son muchas: La mano.
Ambos brazos, varias veces.

Te agujerearon,
tomaron de ti lo que necesitaban
y se fueron cual animal carroñero.

Ahora, alrededor de cada marca,
se extienden halos de sangre coagulada haciéndose edemas.

Tus movimientos se han hecho lentos.
Ya no tienes la cadencia,
la gracia que embeleza.

Se te ve desorientada, distraída.
El brillo de tu cara no es de hoy.

Cuerpo tembloroso, cuerpo inflamado.
Acalambrado se encoge y se retuerce.
Cuerpo deplorable, el del espejo.