En tus labios me aguarda el beso
aquel que cava, con tu lengua,
despacito, mi tumba.
Lengua ponzoñosa
que envenenas mi mente
y me dejas inmóvil, sin escapatoria.
Cada roce profesado
es un delirio narcótico
cada vez más necesario.
¿Es por tus poros que brota
esa sustancia nociva
que me mata y me cautiva?
Tus brazos, como tentáculos,
me amarran al deseo de tenerlos
No, soy yo quien se aferra a ellos.
Tu piel: mi vicio.
Tu voz: mi guía.
Perdí la voluntad desde que estás en mi vida.
Ante ti soy vulnerable
como la viruta de acero
ante el imán más grande.
Sólo dejas vacío a tu paso,
daños y adicción.
Mi única esperanza es morir de inanición.
No quise decirlo así, pero…
…tienes veneno en la piel.
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